Por Adrián Brecha.
A veces uno tiene la sensación de que los inviernos no terminan aunque el frío dé su última estocada y el acolchado pida urgente lavandería. Ya lo dijo el porcino Alsogaray: “Hay que pasar el invierno” y llega el mes nueve, el mes de las dietas y de los cambios de planes, el mes en donde aparecen los amores más insólitos y las rupturas mejor declaradas. Es por eso que septiembre o setiembre, como más le guste, es la bisagra del año. Porque en un atisbo de placas rojas sólo nos separan 117 días para que culmine el calendario gregoriano y nos enfrentemos a la lucha familiar de dónde pasaremos las Fiestas (pero de eso hablaremos más adelante). Ahora nos dedicaremos a disfrutar de la pendiente que nos sumerge en uno de los meses más festivos del ciclo anual a pesar del polen y su reacción en nuestras fosas nasales. Llegó septiembre y, con él, congresos, recitales, seminarios, serenatas, bebidas a buena temperatura, piquiniquis y toda la nostalgia de los que alguna vez robaron besos entre estudiantinas y flores de papel crepe. El humor cambia, aparecen pieles más desnudas en las calles, los semáforos nos permiten otras miradas y hasta las frutillitas nos parecen más simpáticas. Por eso desde esta columna, en una muestra de nuestro ánimo festivo, nos disponemos a arengar la alegría hormonal de las fechas que se nos vienen. ¿O usted se va a poner en un papel de anti-primavera? No sea tan amargo. ¿Me va a decir que nunca disfrutó de una tarde espalda al pasto con algún cantor desafinado invocando la presencia de clásicos de la música latinoamericana o del rock argentino? Sea sincero: ¿cuántos pasitos al ritmo tropical dio con vueltita completa? ¿Cuánta acidez por sangrías maratónicas? Si bien en ocasiones la cintura ya no nos acompaña, el estómago acusa recibo y de estudiante ya sólo queda el carnet vencido de la biblioteca, le dejamos una serie de tetras para que se deje sorprender por alguna sonrisa en este mes.
1. Aproveche las próximas temperaturas, que cuando se quiera acordar llega enero y por más que tenga un buen aire, la tarifa aumentó el 15%.
2. Abandone por unas horas la PC y compruebe con sus propios ojos, tipo siete de la tarde, hora propicia, y verá de todo: los verá de todo tipo, forma y color, hay unos que tienen una luminosidad enceguecedora y no necesitan fotoyop.
3. Está a tiempo de empezar dietas para convertirse en un sex simbol a fin de año... si no es de éste, será del próximo. Por las dudas, si tiene la idea de empezar o retomar el gimnasio, primero compre una buen pack de mio-relajantes.
4. Si está solo/a y las noches son un cúmulo de nostalgia, es momento de invitar a la vieja promoción de la escuela y pispear aquel antiguo amor de banco.
5. Entréguese al viejo ritual de la danza y baile a más no poder, pero por ningún motivo se le ocurra poner El estudiante.
Publicado en Pausa #17, 6 de setiembre de 2008.
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viernes, 5 de septiembre de 2008
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